Aires de integración

Por Roberto Carlos Delgado
Foto: Nohema Díaz Muñoz

Las abismales diferencias entre el Norte y el Sur marcan el momento justo en que debemos levantarnos en armas y, como uno solo, extirpar el estancamiento del cual han padecido por años nuestros países.
Allá en Brasil, en el gigante sudamericano, un grupo de hombres y mujeres apuestan por un mundo distinto al que hoy vive parte de este continente.
Paulo Ricardo Lorenzi Petry, presidente actual de la Asociación Cultural José Martí, en el estado brasileño de Río Grande del Sur, recorre por estos días la Isla, momento que aprovecha para transmitir su confianza en la integración, a la vez que reafirma la solidaridad de su pueblo con Cuba.
"Es nuestra razón de ser. Estamos trabajando mucho, incluso se está preparando un foro para el próximo año en Caracas, en el contexto de la campaña a favor de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), ocasión en la que se espera reunir a todas las entidades de solidaridad con la Mayor de las Antillas en Latinoamérica y el Caribe.
"De lograr este propósito vamos a demostrar que estamos unidos."
—¿Podemos hablar entonces de un florecimiento en las relaciones entre ambos países?
—Con el inicio del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, ha existido una apertura. Cuba fue uno de los primeros países que visitó en el comienzo de su mandato, y hasta la actualidad continúan ampliándose los nexos.
"Hemos recibido muchos intelectuales cubanos, no solo en el área de la cultura, sino, también, juristas, además del intercambio científico.
"Por nuestra parte trabajamos, junto a otras 46 entidades, para potenciar los contactos científicos, de solidaridad y hermanamiento, de manera que quede bien claro que Brasil defiende el derecho de Cuba a su autonomía."
—Participó en el acto nacional por el Primero de Mayo, ¿considera esto una muestra de apoyo a la Revolución?
—Fue increíble. He visitado en ocho ocasiones la Isla, en momentos importantes de la vida de los cubanos, pero, esta vez, en el contexto del ALBA y como respuesta a la envestida terrorista del Imperio resultó impresionante.
"No le puede quedar dudas a nadie de que este pueblo está completamente unido a sus líderes y a Fidel. Un millón 300 000 personas en un acto representa la aprobación a un proceso revolucionario que ya dura 46 años."
—¿Se han vinculado de alguna manera a la lucha por la liberación de los Cinco cubanos prisioneros en los Estados Unidos?
—Sí. Existen cuatro comités constituidos con este propósito, sin olvidar las 46 entidades de solidaridad, distribuidas en 25 estados, todos encargados de divulgar la verdad en el caso de estos luchadores antiterroristas.
"Además, se ha recogido firmas para solicitar justicia, y darles la oportunidad de probar que no estaban allí cometiendo ningún crimen.
"Nuestra labor persigue el fin de sensibilizar a los brasileños con esta causa y lo que significa el terrorismo para la humanidad.
"Estados Unidos no tiene la mínima moral para hablar del tema, pues desde hace varios años son los máximos responsables, invadiendo países, matando millones de seres humanos, destruyendo sus economías y sus culturas, mucho más cuando saben que estas personas estaban allí para defender no solo al pueblo cubano, sino al estadounidense y al resto del mundo."
—¿Qué otras acciones realizan como muestra de solidaridad?
—Lo fundamental es que en Brasil se conozca la verdad sobre Cuba. Para eso tenemos el sitio digital www.josemarti.com.br , en el cual divulgamos lo más importante que acontece en la Isla, además de hacer llegar semanalmente boletines a más de 10 000 personas.
—¿Por qué crear una Asociación Cultural José Martí en Brasil?
—Sencillo. Habíamos salido de un período especial, de una dictadura de 20 años, en la que torturaron y mataron incontables hijos de esta tierra. Una represión militar que acabó con mucha de nuestra intelectualidad.
"Fue entonces cuando un grupo de brasileños ligados a la cultura, a los partidos políticos de izquierda, y otros por su simpatía con Cuba, comenzamos a pensar en cómo rendir homenaje a este pueblo.
"Sin dudas fue en Martí en quien nos inspiramos para constituir una asociación que llevara su nombre. Nos era imprescindible comprender por qué los cubanos encontraban en él la respuesta a sus inquietudes revolucionarias.
"Nuestro trabajo es difícil, sobre todo porque somos la minoría. La asociación, más que cultural, constituye un espacio de política y de justicia. Sabemos que la Revolución cubana es un espejo para todo el Caribe y Latinoamérica, y por eso la defendemos."
Encontrar en nuestro Apóstol el pretexto para acercarse a la realidad de Cuba, cuando transformar la suya resulta imprescindible, constituye el mérito principal de quienes desde el ’84 decidieron unirse en una asociación que, por unanimidad, adoptó el nombre de uno de los pensadores más estudiados de este planeta.