Cuba: Los Cinco en el pecho de millones
Por Roberto Carlos DelgadoFoto: Osvaldo Gutiérrez
Hace un lustro Cuba inició la lucha por la liberación de los Cinco. No solo Cuba batalla por ellos. También lo hacen la humanidad, la justicia y la verdad. Estados Unidos tiene un gobierno, que a la vez de hacerle la guerra a Cuba, patrocina y practica el terrorismo, ampara a asesinos como Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, y castiga con saña a quienes se atreven a enfrentarlos. Y como tratar el tema de los Cinco es mencionar a Cuba, el Mundo debe conocer la verdad.
Repasemos los acontecimientos de aquellos días. El 8 de junio del 2001, luego de pocas horas de deliberaciones, sin hacer preguntas ni expresar duda alguna, un jurado dócil y amedrentado declaró culpables de todos los cargos a los acusados, para así redondear la farsa judicial en Miami.
Por coincidencia histórica, también un 8 de junio, pero de 1865, se graduó Ignacio Agramonte de licenciado en Derecho Civil y Canónico, si su mérito fuera solo ese no estaría entre nuestros héroes más recordados.
Su merecimiento radica en que colgó la toga y puso por encima de todo, incluso de su propia profesión, el interés de su Patria y de su pueblo en la época que le tocó vivir.
Por tal razón se escogió esta fecha para homenajear a los juristas cubanos, ocasión que aprovechamos para conversar con Edelso Pérez Fleitas, presidente de la Unión de Juristas de Cuba en Ciego de Ávila, al cumplirse otro año del amañado juicio llevado a cabo contra los Cinco compatriotas secuestrados en cárceles del imperio.
"Como antecedentes, es bueno recordar que luego del veredicto la defensa acudió al Tribunal de Apelaciones del Onceno Circuito de Atlanta, este designó a tres jueces, quienes estudiaron el proceso, citaron a una vista a la cual asistieron ambas partes y expusieron sus argumentos. Finalmente, decidieron anular el juicio.
"La Fiscalía, como no estuvo de acuerdo, apeló al Tribunal en pleno, formado por 12 jueces, algunos permanentes y otros que son llamados para determinados casos, incluso, algunos retirados.
"Ahora se espera por la decisión que puede tardar un año o todo el tiempo que ellos decidan."
—Si el veredicto de Atlanta fuera el mismo que se produjo con el panel de los tres jueces el pasado 9 de agosto, ¿qué pasaría con los Cinco?
—Si es favorable y el pleno anula el juicio, la Fiscalía todavía tiene la opción de apelar a la Corte Suprema.
"Este es un caso político, por eso apelaron, porque representan al gobierno y este es el que da la orden; incluso, si ahora triunfamos, seguramente van a apelar a la Corte Suprema y demorar así el proceso un año o más. Eso es lo que quieren provocar. Ellos saben que en la Ley ese juicio no lo van a ganar.
"Si ganamos y la Fiscalía no apela a la Corte Suprema hay que hacer un nuevo juicio, para eso ya no tienen que dejarlos en cárceles de máxima seguridad, pueden trasladarlos al reclusorio de Miami en prisión provisional o liberarlos bajo fianza, lo que sí está claro es que tienen que hacer un nuevo juicio porque Atlanta lo dispuso.
"Si apelan, es posible que los dejen donde están, como hicieron antes cuando también pudieron llevarlos para Miami, pero los dejaron en cárceles de máxima seguridad.
"Recordemos que máxima seguridad es un régimen penitenciario mayor que el normal y, por lo tanto, es para reclusos muy peligrosos o para otro tipo de causa, no para esta. Están ahí por una cuestión de castigo."
—¿Y si el Tribunal fallara en contra?
—Si eso sucede todavía le quedan otras posibilidades a la defensa, entre ellas apelar a la Corte Suprema, porque cualesquiera de las partes puede hacerlo si pierde. No es la única opción, pero es la primera.
—Alarcón ha sugerido varias veces que las acciones no deben estar dirigidas a un nuevo juicio, sino a que los cargos sean retirados…
—El Gobierno de los Estados Unidos, que es el que dirige a la Fiscalía, puede hacerlo, incluso René González Sehwerert cumplió más de la mitad de la condena y Fernando González Llort la tercera parte, es decir, están en tiempo de libertad condicional.
"Ahora no es el momento para que lo haga porque hay un proceso interpuesto, pero cuando Atlanta falle en una dirección o en la otra, sí puede retirar los cargos, aunque es poco probable que suceda.
"Está claro que un nuevo juicio demoraría mucho, tenemos múltiples opciones de ganarlo, pero tardaría años."
—¿Qué cambios sustanciales con respecto al proceso en Miami se avizoran si se decide un segundo juicio?
—Varios. Primero, el hecho de que sea un jurado de otra ciudad que no sea el condado de Miami Dade ya garantiza, en mucho, aunque no absolutamente, la imparcialidad.
"Este lo integran personas de la población, no jueces. Sucede que cuando se seleccionan 12 ciudadanos de un lugar como Miami para juzgar a agentes de la Seguridad cubana ya es un problema, y más en el período en que pasó.
"Acabábamos de terminar el proceso de Elián que fue a favor nuestro y en contra de la parte más reaccionaria de la comunidad miamense.
"Además, se dice que el Jurado debe mantenerse con cierta pureza, que no lea la prensa ni la televisión, pero eso es imposible. Ellos viven en Miami, y en cualquier periódico que compraran en esos días la propaganda era en contra, así es difícil mantenerse imparcial. Todo giraba alrededor de que eran espías, que fueron allí a hacer daño a la sociedad de los Estados Unidos y muchas otras mentiras.
"En segundo lugar, una vez iniciado el proceso, cuando el Jurado iba a entrar al Tribunal les filmaban las chapas de los carros y un grupo más de acciones intimidatorias.
"Ellos son personas simples, con familia, y viven en un lugar donde a un locutor de radio por decir que estaba de acuerdo, no con la Revolución, sino en establecer diálogos para acercarnos, le pusieron una bomba y perdió las piernas. Eso se supo, las personas conocen que se ha efectuado atentados solo por adoptar posiciones un tanto a favor de Cuba. Imagínate lo presionados que estaban.
"Y en tercero, la experiencia, evidentemente esto ayuda. Al principio, era solo un grupo pequeño de abogados sin mucho conocimiento sobre este tipo de caso, ahora han aprendido.
"Incluso, hay expertos que plantean que el gobierno de Estados Unidos está loco si se somete a otro juicio, porque hay pruebas, argumentos, evidencias de que allí protegen a los terroristas, y no están hablando de una batalla por Posada Carriles, sino por muchos otros, y un juicio así, con la publicidad que tiene, les sería adverso.
"Antes nadie lo conocía, no se hablaba del caso, luego salió un anuncio pagado en The New York Times, y ahora un trabajo en The Washington Post.
"Si se llegara a realizar, el acusado, el que al final saldría cuestionado sería el gobierno de los Estados Unidos, y es por eso que ellos no pueden someterse a otro juicio, no obstante, lo ideal es que los cargos fueran retirados, porque, en definitiva, ya un Tribunal de tres jueces anuló el proceso."
—Entonces… ¿la batalla continúa?
—Claro, los Cinco son más que ese número. Son millones de hombres y mujeres a favor de la verdad.
2 comentarios
Agustin Miranda Rodriguez -
Estos mal llamados 5 heroes,conspiraban en territorio de usa,bajom las ordenes de un gobierno extranjero,eso es un delito,sin embargo,los castrista siempre aomodan las cosas a su antojo,tratando de ocultar y tergiversar la verdad,si estos 5 senores son heroes,que es entonces el senor Alan Gross,sencillamente es un rehen del castrismo,estos cinco heroes estaban armados hasta los dientes,conspiraban para obtener informacion sobre objetivos militares en territorio de usa,eso fue plena y fehacientemente probado,sin embargo el senor Gross,solo llevava a cuba tecnologia de punta para las comunicaciones de ciudadanos cubanos con el mundo,algo que no ponia en riesgo la vida de nadie.
Cuan hipocritas y mentirosos suelen ser los castristas.
Me queda solo una pregunta.
Como le pagan sus servicios la cupula castrista,con javitas de productos de primera nesesidad,o con viajes al exterior y prevendas inalcanzables para el cubano de a pie?
La mentira queridos no se sostiene,y es por eso que ese sistema de odio,division familiar y destierro,esta llegando a su fin.
panfilo -
FIDEL CASTRO ES EL TERRORISTA.